Los candidatos que fueran rechazados cuando se conformara la lista, de acuerdo a una sugerencia de la agencia publicitaria que manejó la campaña, afirman que ellos hubieran podido hacer una elección al menos tan mala como la de Prat Gay y Gil Lavedra. "No creemos que, como dijeron los de la agencia, nuestros apellidos no eran del todo aceptables para el votante de Capital", dijo Marisa Pellotuda Luzuriaga. "Y con los candidatos que quedaron, la verdad es que creo que nosotros hubieramos podido hacer un papelón por lo menos de dimensiones similares", corrobora Juan Perez Petero. De cualquier forma repiten su argumento acerca de la posesión de apellido: "si Brasil es campeón con Elano y Kaká, porqué no puede haber en la lista del Acuerdo una Pellotuda y un Petero"
Por su parte, la evaluación de Carrió sorprendió a propios y extraños al decir que "al cabo que ni quería entrar a ese Congreso de mierda", antes de irse algo enojada del bunker. Dicen los que la quieren (los cinco) que después de ser rechazada del palco de la mesa de enlace durante la revolución libertadora de 2008, este nuevo rechazo es entendido por ella como otra señal del venidero apocalípsis.
En el reducto radicheta, en cambio, se festejaba el mayor triunfo desde la muerte de Balbín. El hace un año ignoto, Ricardo Alfonsin, se abrazaba con el hace dos años desconocido Cobos festejando el ingreso a las cámaras legislativas. "Si seguimos así en el 2011 ponemos algo más que un Judas en el gobierno peronista de derecha que se viene. Y quién te dice si no llegamos a poner uno o dos apóstoles en el macrismo".
En tanto, los hijos de Storani, Stubrin y de Terragno miran con desdén la falta de apoyo de sus padres; que siguen vivos (más o menos).
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